Ruta de las Cuevas de Ramales

Ruta de las Cuevas de Ramales
Date: Mar 25, 2015
Categoria:
Rutas Interpretadas
Resumen:
Ruta por el encinar del Pando que sube hasta el valle del Silencio. Durante el camino pueden verse las entradas de varias cuevas: Las Aguas, Cullalvera, Covalanas, Mirón, La luz o la Haza.
Galería:
Homologado: No

Inicio: Ramales de la Victoria

Fin: Ramales de la Victoria

Familiar: No

Ciclable: No

Circular: Si

Dificultad: Media

Distancia: 8,5 km.

Desnivel + acum.: 600 m.

Tiempo: 4 Horas

Precauciones: terreno calizo, niebla

ItinerarioDetalle del recorrido
NaturalezaPatrimonio Natural
POINo debes perderte...
ConsejosLa seguridad

Partiendo de la Plaza de los Duques de la Victoria la ruta se dirige, a través de la Calle General Espartero, hacia la boca de la Cueva Cullalvera (perfectamente señalizada). Una vez vista esta espectacular cavidad retrocede sobre sus pasos y gira hacia la izquierda adentrándose en el encinar del Monte Pando. A partir de aquí seguirá en todo momento las marcas y señales de color verde-blanco.

Después de aproximadamente 1,5 km de subida se toma un cruce de izquierdas (también señalizado) hacia la Cueva de las Aguas. Una vez observada dicha cueva, se retrocede hacia la senda principal siguiendo de nuevo las marcas verdes-blancas. Durante el trayecto se encuentran diversos cruces de caminos correspondientes a otras rutas y/o senderos (Camino de los Locos, bajada a Covalanas...) que no se toman en ningún momento. Hasta alcanzar el Valle del Silencio coinciden en el camino marcas de color rojo (que se dirigen hacia la Peña del Moro) y marcas amarillas y blancas (correspondientes al PR-S 22 Vuelta al Moro).

Una vez en el Valle del Silencio se comienza a descender hacia Ramales de la Victoria. Para ello se abandonan las anteriores marcas (rojas, amarillas-blancas) y se siguen hasta el final las marcas verdes-blancas. El descenso se realiza por un sendero perfectamente reconocible hasta el Barrio La Pared y continuando después a la orilla del Río Calera se llega a La Pared del Eco, donde se pueden observar las bocas de Cuevamur y La Llave.

Un poco más adelante se toma un desvío hacia la derecha para atravesar la Cueva de la Luz hasta llegar al aparcamiento de Covalanas. Se coge entonces el sendero que sube hacia la Cueva Covalanas para obervar la boca de la Cueva El Mirón. Se retrocede de nuevo hacia el aparcamiento de Covalanas y se completa el regreso al núcleo urbano a través del Camino Real de Carlos V.

Descripción Ambiental

Al comienzo de la ruta, en el paseo hacia Cullalvera observamos especies como el roble americano (Quercus rubra), el acebo (Ilex aquifolium) y el arce (Acer campestre). Posteriormente atravesamos el bosque de encinas, hay que mencionar que la encina (Quercus ilex) no es propia del clima atlántico, es una especie típicamente mediterránea, pero puede observarse en varios puntos de Cantabria, por sus características geográficas y climáticas. Estos bosques además albergan otras especies como el aladierno (Rhamnus alaternus), labiérnago (Phillyrea latifolia), diversas especies de mostajo del genero Sorbus, (Sorbus torminalis, S. aucuparia y S. aria), madroño o alborto (Arbutus unedo), laurel (Laurus nobilis) y acebo (Ilex aquifolium). Son muy característicos en estos bosques las especies vegetales lianoides como la hiedra (Hedera hélix), la zarzaparrilla (Smilax aspera) y Rubia peregrina. Individuos solitarios de castaño (Castanea sativa) y roble (Quercus robur) también son encontrados en el Pando.

El cambio de vegetación se hace evidente en el Valle del Silencio, donde los arbustos esclerófilos de la familia de las ericáceas (brezos) y especies de fabáceas de los géneros Genista y Ulex son predominantes, otras especies que se pueden localizar son el labiérnago.

Existe un nuevo cambio de vegetación en la bajada hacia la ribera del Calera, se observan fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana), sauces blanco y cenizo (Salix alba y S. atrocinerea), nogales (Juglans regia), espinos albares (Crataegus monogyna) castaños y diversas especies del g. Prunus como el cerezo (P. cerasus) y el endrino (P. spinosa).

Ya, a orillas del río Calera, afluente del río Gándara se pueden ver fresnos, avellanos, laureles y hasta algún brote de encina. Especies herbáceas como el botón de oro (Ranunculus repens), violetas (Viola sp), margaritas (Bellis perennis), dientes de león (Taraxacum officinale), bolsas de pastor (Capsella bursa-pastoris) se unen a las especies de gramíneas como Poa sp y Festuca sp en los prados aledaños. Debajo de la pared del Eco, la formación boscosa se caracteriza por una multitud de avellanos, arces, fresnos y nogales.

AL final del recorrido, bajando por el Camino Real hacia Ramales, al igual que al comienzo de nuestra ruta, abundan especies como el labiérnago, el aladierno, el laurel y la encina.

Existe solo un tramo, descendiendo hacia la ribera del Calera, donde podemos observar especies de repoblación, en este caso de pino insigne (Pinus radiata).

La fauna característica del recorrido se asocia a una variedad de hábitats, pueden encontrarse mamíferos de pequeño tamaño como erizos (Erinaceus europaeus), tejones (Meles meles), zorros (Vulpes vulpes), ratoncillos (Apodemus sylvaticus), comadrejas (Mustela nivalis), etc y otros de mayor tamaño como el jabalí (Sus scrofa) y el corzo (Capreolus capreolus). Además de diversos reptiles como el lución (Anguis fragilis), la lagartija roquera (Podarcis muralis) o el lagarto verde (Lacerta sp).

Asociado al rio, la trucha (Salmo trutta) y el desmán ibérico (Galemys sp) y multitud de aves como el mirlo acuático (Cinclus cinclus), el petirrojo (Erithacus rubecula), la lavandera (Motacilla sp), el martín pescador (Alcedo athis) y la garza (Ardea cinérea).

En el roquedo puede observarse halcón peregrino (Falco peregrinus), y en ocasiones pueden verse alimoches (Neophron percnopterus), azores (Accipiter gentilis) y buitres (Gyps fulvus).

Las cavidades del Alto Asón se encuentra gran número de especies animales, algunos de ellos son los quirópteros entre los que destacan el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), el murciélago de herradura (Rhinolophus euryale) y murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum). Además se han localizado en el interior de todas las cavidades importantes endemismos troglobios de arácnidos, crustáceos, diplópodos, quilópodos e insectos, muchos de ellos únicamente conocidos en este lugar.

Los procesos erosivos provocados por la lluvia al percolar por el terreno, los procesos kársticos, son los que explican el paisaje de la zona. Este modelado forma cuevas, simas, lapiaces, estalagmitas y estalactitas, etc. La multitud de cuevas que nos encontramos en la Ruta de las Cuevas se producen a lo largo de millones de años debido a este fenómeno, en nuestra ruta encontramos la Cueva del Agua o de Baranda, el lapiaz que observamos en el valle del Silencio, la pared del Eco, Cuevamur, Cueva de la Luz, Covalanas, El Mirón…

Puntos de Interés

Plaza de los Duques de la Victoria / Iglesia de San Pedro

Cueva Cullalvera

Encinar del Monte Pando

Cueva de las Aguas

Valle del Silencio

Cueva Covalanas

Ribera del Río Calera

Pared del Eco

Cuevamur

Cueva de la Llave

Cueva del Mirón

Cueva de la Luz

Cueva de El Haza

Mirador de Covalanas

Vía Ferrata El Cáliz

Camino Real de Carlos V

Consejos y Recomendaciones

Ruta de dificultad media, con una distacia moderada pero un desnivel considerable de algo más de 500 metros. Transcurre prácticamente en su totalidad por terreno calizo, extremar la precaución con lluvia. En días de niebla y nieve no se recomienda realizar la ruta, es fácil desorientarse sobre todo cuando salimos del bosque en la zona del Valle del Silencio; y el terreno es muy escarpado. Los agujeros, torcas, simas y hoyos son frecuentes, y es muy peligoso salirse del camino.

La ruta se encuentra con marcas hasta el Valle del Silencio, también se comparte recorrido parcialmente con el PR S-22 Vuelta al Moro. A partir de aquí el descenso hasta La Pared lo hacemos desviandonos a la derecha de este PR y ya no hay marcas ni balizas.

Durante el recorrido no se localiza ninguna fuente por lo que el senderista debe ir bien provisto de agua.